No me
importa la paz mundial, ni la pobreza en el África, ni las muertes por
terrorismo, ni la segregación de la sociedad, ni tampoco quiero fingir que
me importa. ¿Somos quienes somos realmente o nuestro comportamiento, nuestras acciones estan reguladas por la sociedad?. ¿A todo acto lógico le es consecuente otro acto lógico?, ¿habrá alguna especie de dadaísmo en la vida misma?, ¿la pletora de la cháchara humana debe obedecer invisiblemente a una maquinaria de pensamientos producidos por teoremas que se basan en axiomas de la moral, de lo socialmente aceptado, de lo más puro y casto, y de lo correcto, dejando en el olvido todo acto execrable como la autosatisfacción sexual o quizá el onanismo?
El deseo de masturbarse solo por costumbre y no por la necesidad del ser humano de alcanzar el éxtasis deseado, la no necesidad de secretar el semen por desear echar un polvo, el masturbarse sin ganas, el follar sin ganas, el besar sin ganas, solo por abrazar una rutina como si fuera una costumbre religiosa y sempiterna que nos ha sido impuesta por nosotros, la masa humana.
El domingo a las 11 de la mañana fui al local de Movistar en Megaplaza para informarme como podía adquirir un nuevo celular, manteniendo el mismo número. Me habían robado el celular un día antes y le dije a uno de los tantos sujetos que atendía algo como esto:
- Amigo, me han robado el celular, ayer. Quisiera saber qué hacer para tener un nuevo equipo postpago y al mismo tiempo mantener mi número actual. Ayer llamé y bloqueé mi número. También quisiera saber si hay algún descuento para que el nuevo equipo me salga mas barato - Notemos la redundancia... descuento para que sea barato... ¿?¿?¿? Ed eres un imbécil, prosigamos - ,ya que soy cliente de Telefónica, algo de 3 años.
Y el muy capullo me dice con mirada y voz déspota y nada agradable, como si no pudiese ser de otro modo:
- Tiene que comprar un nuevo equipo postpago y pagar ambas líneas, la que ya tiene y la nueva.
Asi como lo escribo, ya que no puedo recordar las exactas palabras, no parece de mal modo. Habría que ver la cara del sujeto y escuchar como lo dice, pero creo que se puede comprender la idea de mala fe.
- Pero yo no quiero una linea nueva - le digo- quiero usar el mismo número para que mis contactos puedan seguir llamándome como si nunca me hubieran robado el celular. Es decir, lo que quiero es un equipo nuevo que siga teniendo el mismo número que usaba antes de bloquear este número.
-Caballero, - dice él - tiene que comprar un nuevo equipo postpago y pagar ambas líneas, la que ya tiene y la nueva.
Sí, el muy hijo de puta repitió su diálogo anterior con las mismas palabras, de la misma forma, con la misma mala gana, con el mismo desinterés a mi desgracia, con la misma trivialidad hacia mí.
- Amigo, ¿como puedo sacar un nuevo equipo sin tener una línea nueva o en todo caso tener un nuevo equipo con un número nuevo, sin tener que pagar por el número actual?
- No puede caballero, ya que el contrato de su linea actual aún no vence. Usted renovó su equipo y su contrato de 2 años se ha renovado. Debe pagar por las 2 líneas.
- Pero es común que a la gente le roben los celulares, eso pasa a menudo y no creo que la gente pague 2 líneas, cada vez que le roben el celular,.cuando solo quiere y necesita una.
Aquí pasa algo en mi mente, sigo hablando y aquel sujeto parece importarle una mierda. No pude más, tenía que, debía que, deseaba respuestas coherentes. De un modo u otro, uno de los dos tendría que mandar a la mierda al otro, de forma implícita o explícita, de manera respetuosa o vulgar, de manera lógica o estúpida, pero era algo que debía suceder; incluso si fuese extremadamente quijotesco. Así que le dije una frase que escuché mucho en una serie española que veía antes.
- ¡Vete un poquito a la mierda, sí!
Pensé que llamaría a seguridad o algo así, que me votarían del establecimiento, que me tomarían una foto y la colgarían en la pared con una nota en la parte superior con las palabras "Persona no grata". El mundo era una mierda, había perdido mi celular, celular que me había costado una suma considerable. Lo que me llevó a actuar de esa forma fue este pensamiento "si el mundo era una mierda, ¿por qué yo no podría ser una mierda con el mundo? (con especial enfoque en aquel empleado de Telefonica)". Si me tratan mal por qué no habría de devolverles la cachetada mental y abstracta que me habían dado. Solo fui más sincero que él, no disimulé hipócritamente mis palabras en tratar de decirle que su ayuda era una plasta de mierda barata.
-Tarado, - me dijo- fue cuando me di cuenta por la forma y gesticulaciones del rostro que aquel imbécil era gay. Adquirí una homofobia efímera y lo odié más todavía.
Le dije después, que me parecía muy estúpido que cuando a uno le roben el celular le den la opción de bloquear el número para que después le digan que debe comprarse un celular con un nuevo número y tener que pagar por ambos números. Perdone, pero me parece muy estúpido -le recalqué- y me fui.
-Adiós tarado- me dijo el descarado putito.
Con la ira del mundo concentrada en mí, con la indignación, con la misma rabia del primer hombre que haya gritado por primera vez en la Tierra decidí irme a casa sin intentar nada. Estando a punto de salir del establecimiento me dije para mis adentros "y venir para nada". Me acerqué a otro empleado que repartía tickets para atención. Esta vez era una chica, le conté mi problema y me dijo la misma mierda que el gay. Le dije mira amiga, quiero información, no quiero ticket para adquirir una línea nueva, solo quiero un ticket para información al cliente.
Me dio el ticket, miré en la pantalla de atención que el último cliente atendido era C98, yo era el C125. Una mierda de día, me senté y dejé caer mi cabeza hacia atrás, cerré los ojos, y luego sentí que otra cabeza chocaba con la mía, volteé inmediatamente por instinto y pude ver que detrás de mí estaba sentada una chica guapa, y dije para mí mismo ¿pero qué coño?, ¿estoy pintado o que mierda? Me llegó al carajo y volví a dejar caer mi cabeza hacía atrás, chocando con la suya. Nuestras cabezas se tocaban como si fuéramos 2 amantes que se recuestan el uno sobre el otro, La chica no hizo nada, como una especie de acuerdo mutuo y silencioso. ¿Siempre se encuentra gente con comportamientos un poco pendejos no?
Ya no podía tener los ojos cerrados y sentirme cómodo mientras esperaba, así que empecé a distraerme mirando a las chicas que estaban paradas o sentadas y que estuviesen jodidamente buenas. Les miraba el culo, las tetas, las caderas y el rostro. Había algunas chicas de rostro normal, promedio, no eran una gran belleza, pero tenían el cuerpo bien formado y sus jeans ajustaban y moldeaban sensualmente sus piernas y caderas. Imaginaba un buen coito con ellas y al carajo con el rostro me decia en mis fueros internos.
Así, follando mentalmente a todas las chicas presentes me pude distraer lascivamente hasta que por fin vi en las pantallas C125. La chica que me atendería era una gordita nada agraciada, pero tenía una hermosa voz y en su rostro se reflejaba la amabilidad y el deseo de ayudar a las personas que durante el día se me había negado, quizá por alguna conspiración mística en el universo, pero ella estaba allí para ofrecer ayuda al proscrito de toda amabilidad. Le conté mi caso y me dijo puedes comprar un equipo prepago y un nuevo chip, ese chip estará amarrado a tu antiguo número, y no tienes la necesidad de tener 2 líneas. Lógica apareciste en un día caótico y lúgubre para mí. Al fin, escuchaba palabras con sentido de alguien ajeno a mí, y en ese momento aquella chica me pareció la más hermosa del mundo.
Luego, fui lo más rápido posible a casa a ver la final del mundial, después fui al cine con Diana, a ello le siguió hacer el informe de un curso de la universidad. El día se había consumido y no leí nada de Trópico de Capricornio. ¡Quizá mañana! pensé, tampoco se pudo, estuve con gripe o alergia o lo que sea. Frío de mierda, día desperdiciado otra vez, y así alguna vez osadamente pensé que podría acercarme a ser el ubermensch de Nietzsche. Das asco Ed.
A veces me siento muy estúpido. La diferencia entre la mayoría de personas y yo es que yo soy consciente de mi estupidez, lo que no me permite ser tan disoluto y sociable como ellos.